LA APP QUE TE PERMITE CONTROLAR TU CASA

Uno de los principales escollos con los que podríamos encontrarnos en las futuras casas inteligentes será el batiburrillo de aplicaciones, dispositivos y marcas que tendremos que instalar en función de cada necesidad. Entre el de la televisión, el del receptor TDT o el del DVD, la mesa del salón quedaba sepultada por los mandos. Por supuesto, todos eran imprescindibles. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, la firma Wink tiene la solución.

LA APP QUE TE PERMITE CONTROLAR TU CASA
Esta ‘startup’ neoyorquina que vio la luz en junio de 2014 parece haber dado con la clave. Gracias a sus dispositivos, a partir de ahora no tendremos que preocuparnos de aquellas herramientas que ya tengamos en casa o de las que vayamos a adquirir. Tampoco tendremos que revisar qué ‘software’ utilizan o qué marca las fabricó. Bastará con conectarlas al dispositivo de Wink.

Solo con él, podremos gestionar todos los aparatos conectados, desde el motor que sube y baja la puerta del garaje hasta las luces de la cocina, pasando por el sensor que controla si hay una fuga de agua en casa para cortar el suministro o la cámara a través de la que puedes ver quién llama al timbre. Según la propia compañía, podremos controlar hasta 100 dispositivos distintos desde su plataforma. Basta con desbloquear la pantalla del móvil, entrar en la aplicación (disponible tanto para iOS como para Android) y gestionar cualquier detalle de nuestra ‘smart home’.

En un momento en el que gigantes de la talla de Google, Microsoft, Samsung e incluso Apple han movido ficha para, en el menor plazo posible, asaltar el sector de las ‘smart homes’, Wink ha logrado tomar una posición ventajosa. Su propósito no es generar competencia entre una u otra marca, sino todo lo contrario. Lo que persigue es que todos los dispositivos, independientemente de la marca y la tecnología que utilicen, se puedan gestionar desde una única ‘app’.

Esta compañía se suma a la lista de dispositivos que sirven como traductores de la internet de las cosas que ya están en el mercado. Como están diseñados para ‘hablar’ varios idiomas (protocolos, para ser más exactos), estos adaptadores son compatibles con una gran variedad de dispositivos, independientemente de la tecnología que utilicen para comunicarse: wifi, Bluetooth, Z-Wave, ZigBee… “Queremos que funcione con cualquier dispositivo inteligente que instale en su casa, incluso los que no se han creado todavía”, señalaba Nathan Smith, cofundador de Wink, cuando la plataforma daba sus primeros pasos.

Wink ha logrado aliarse con hasta 26 grandes marcas, desde Bosch hasta Phillips pasando por algunas más desconocidas como Kwikset, que se encargan de diseñar y fabricar dispositivos para convertir nuestros tradicionales hogares en casas inteligentes.

Todos estos artilugios pueden conectarse a su plataforma. He ahí la clave de todo su éxito. La unión hace la fuerza. “No nos vemos a nosotros como competidores directos de esas empresas. La gente sigue preguntando, ¿quién va a ganar la guerra por el hogar inteligente? Pero esa es la pregunta equivocada. Es un sector demasiado grande para ser controlado por una sola compañía”, comentaba el propio Smith.

Por esto mismo, Wink diseña y fabrica sus propios dispositivos. Además, para hacer aún más evidente que no apuesta por la competitividad con otras empresas del sector sino que prefiere colaborar con ellas, la firma vende sus aparatos junto a los de otras tantas marcas. Así, a través de su página web cualquier puede adquirir desde termostatos de las firmas Honeywell o Nest (propiedad de Google), hasta Echo, el asistente de voz que Amazon lanzó al mercado.

Uno de los productos estrella de Wink es Relay, una pantalla táctil desde la que se controlan los aparatos domésticos instalados. Así, si no tenemos a mano nuestro ‘smartphone’, podemos ajustar la temperatura de nuestro hogar, cerrar la puerta de casa cuando todos hayamos llegado a ella o, por qué no, automatizar ciertos procesos para que tengan lugar a una hora determinada y un día concreto. Una forma idónea para evitar posibles descuidos.

Cuando parece que todo está inventado, siempre aparece alguien para sorprendernos una vez más y demostrar que se pueden hacer las cosas de una forma diferente. Ocurre en todos los sectores empresariales. En muchos casos, no se tratar de innovar, sino de ser el más avispado para aunar las fuerzas de unos cuantos y lograr llevarte una buena porción del pastel.

De hecho, a Wink esta jugada no le ha salido nada mal. Su empresa matriz, Quirky, una compañía dedicada a servir como plataforma de nuevas ideas, entró en bancarrota hace unos meses. Sin embargo, Wink ha seducido a la multinacional de productos electrónicos Flextronics, que ha decidido comprarla por 15 millones de dólares (13,8 millones de euros). Una adquisición que puede ayudar a que siga creciendo para convertirse en el mando único de nuestro hogar inteligente.

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